Extraído de LA VANGUARDIA
El tesoro de la catedral que ambicionó Hitler
Los nazis quisieron incluir el trono del rey Martí l'Humà en su colección de reliquias de poder, junto con la Lanza del Destino y el Santo Grial
Que Adolf Hitler y los nazis cultivaban una faceta esotérica y que tenían obsesión por las reliquias históricas es sobradamente conocido, pero que una de las piezas deseadas sea el tesoro más valioso de la catedral de Barcelona no lo es tanto. En efecto, Hitler quiso incluir en su museo de reliquias el trono de oro del rey Martí l’Humà, que actualmente se expone en una sala a la que se accede por el claustro junto con la custodia mayor de Barcelona.
El interés de los nazis por el trono se remonta a que cuando el monarca de Aragón y conde de Barcelona falleció en 1410 sin descendencia, poniendo fin a la dinastía catalana, en el lecho de muerte legó el trono a Jesucristo como rey de Reyes. A partir de entonces, el trono sirvió de sitial a la custodia mayor de la catedral, pieza litúrgica donde se guarda la hostia consagrada y que por tanto representa a Jesús. Trono y custodia pueden contemplarse en el museo catedralicio y se sacan a la calle una vez al año durante la procesión del Corpus.
El trono es de oro y plegable y viajaba siempre con el rey Martí. Fue más tarde usado como elemento procesional cuando Fernando el Católico entró en Barcelona en 1480. El hecho que Martí l’Humà lo legara a Jesucristo convirtió la silla en una reliquia de poder. En 1937, en plena guerra civil, el trono y la custodia fueron enviados por la Generalitata París, como parte de la exposición Art catalán du Xe au XVe siècle, que se celebró en la sala Jeu de Paume durantela Exposición Internacional que ese año tuvo lugar en la capital francesa. El objetivo de la muestra era doble: propagandístico y proteger el valioso patrimonio.
Posteriormente, la exposición se trasladó al castillo de Maisons-Laffite, cerca de París. Fue por aquel entonces que Hitler tuvo noticia de la reliquia y se hicieron gestiones para que el trono barcelonés fuera trasladado a Berlín, pero finalmente en 1940 las obras de arte fueron devueltas a Catalunya.
Hitler tenía una auténtica obsesión con las reliquias de poder, que empezó con la denominada Lanza del Destino, con la que el soldado romano Longinos habría dado muerte de Jesús en la cruz. Esta lanza había estado en poder del emperador Constantino, que la consideraba un talismán. Una supuesta Lanza del Destino se hallaba en el Museo Hofburg de Viena, de donde los nazis se hicieron con ella tras la anexión de Austria.
Entre las reliquias que Hitler intentó reunir se encuentra también la Piedra de Scone, sobre la que se coronan los reyes de Inglaterra. Hubo incluso un intento fallido de robo en la abadía de Westminster. Y, por supuesto, el Santo Grial. Lo buscaron incluso en el monasterio de Montserrat. Durante la visita que en octubre de 1940 realizó el jefe de las SS, Heinreich Himmler, al recinto, preguntó por el legendario Cáliz al monje que le recibió. Este, por supuesto, negó que estuviera allí.
Destacar la retorcida visión de la historia y lo medido de las palabras empleadas en el vídeo para que la historia encaje en la versión independentista, aunque sea utilizando un calzador.
Destacar la retorcida visión de la historia y lo medido de las palabras empleadas en el vídeo para que la historia encaje en la versión independentista, aunque sea utilizando un calzador.
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