RUGBY. UN JUEGO LIMPIO.




Los asiduos a "radical libre" ya habréis visto alguna entrada anterior sobre rugby. Hoy repito.
Para intentar explicar a los que nos dicen que no entienden este deporte, que les parece una brutalidad, solemos tirar del mítico dicho galés que "mientras el futbol es un deporte de caballeros jugado por bestias, el rugby es un deporte de bestias jugado por cabelleros". Y esto es así.



El rugby es un deporte en el que tradicionalmente se ha dado gran importancia a los valores morales. Desde temprana edad a los jugadores de rugby se les enseñan una serie de cualidades positivas, como son el compañerismo, la honestidad, el respeto, la disciplina, la lealtad, el sacrificio y el altruismo.



A diferencia de otros deportes de equipo, en el rugby los jugadores nunca discuten a los árbitros sus decisiones, ni tratan de engañarlos para sacar partido de sus decisiones.



Los tantos son necesaria consecuencia del esfuerzo de todos, por lo que no se producen las celebraciones individuales tras la consecución de un ensayo o una transformación que se producen en otros deportes.



Al final del partido los jugadores de ambos equipos confraternizan juntos en el llamado «tercer tiempo», en el que beben y comen juntos por invitación del equipo local.



Todos los aficionados de todos los campos del mundo tenemos claro que los jugadores estan ahí para su propio entretenimiento y para el nuestro.
No hay en las gradas lenguaje indebido, ni se hostiga a los jugadores ni a los árbitros.


Se aplauden las buenas jugadas del propio equipo y las del equipo visitante, si son vistosas.



El buen aficionado al rugby tiene el máximo respeto por los oponentes y los arbitros, porque tenemos claro que sin ellos no habría partido.
Hay hasta canciones que se cantan entre el público que condenan el uso de la violencia en todas sus formas.

El rugby es otra historia, un deporte romántico al que os animo a conocer. Tenéis una buena oportunidad durante el próximo partido que jugará la selección española frente a la de Portugal.

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