DIETARIO PERSONAL





Dedico este "dietario personal" de Rafael García Serrano al camarada Rafael C. Estremera, como regalo por su santo.


Publicado en "El alcazar" el lunes 6 de Mayo de 1985. en relación a la visita oficial que Reagan hizo a España por aquellas fechas.





"HOLA, Mr REAGAN"





Bienvenido míster Reagan. A la hora en que escribo estas lineas todavía no ha llegado usted a España, pero sé de sobra que llevan días preparándole una recepción desangelada, carnavalesca, torpe, hostil y mal educada. No es raro que con un Gobierno marxista al aparato, predomine la falta de educación sobre las buenas maneras y hasta sobre la trdición de la hospitalidad española. Aquí, de español, va quedando muy poco. Fíjese usted en nuestra actual geografía política y en el señor Maragall, pongo por ejemplo. El vicepresidente, que no es tal vicepresidente, sinop la otra cara de la moneda del presidente, especie de Jano bifronte pasado por la Alameda de Hércules, se ha largado a escuchar la música zíngara de Bela Kun, de grata memoria en Hungría, y a revisar los paisajes de "Primavera mortal", porque a él le interesan mucho las pequeñas y amorosas casitas en Buda , al estilo de aquella deliciosa Ag-Utca, si es que se llamaba así. En todo caso era muy parecido el nombre. Nuestro vice es un experto en la materia y si he de decir la verdad, lo que la mayoría de los españoles hacen, es envidiárselo, aunque sea con reproches, salvo los muy viejos, cascados y retirados de la circulación sentimental hace ya mucho tiempo. Nuestra época se caracteriza por la renuncia de los donjuanes a continuar, sin duda porque la mies es mucha. O porque han triunfado las donjuanesas.


Estoy sorprendido de los muchos recursos de mi Patria. Unos cuantos partidos minoritarios, sin un real en el bolsillo -el real es una moneda olvidada hace años, del mismo modo que la peseta no existe mas que semánticamente- han encontrado dinero suficiente como para enharinar el rostro de España hasta la payasada con mútiples colores, carteles de lujo, pintadas, pegatinas, globos, cabezudos, octavillas, máscaras, cortejos y otras gracias urbanas, y todo a costa de su viaje. Usted pone el viaje, y yo supongo que a menos de que estos insignificantes partidos hayan encontrado petroleo, oro, diamantes (y lo mantengan en secreto, cosa que no creo, porque de haber hallado tales tesoros ya estarían la mayor parte dándose de alta en AP, salvo los ricos de familia), el que ha pagado el gasto es el señor Dubinin. ¡Menuda ronda de ofset la de su convidada!


Esto que usted va a visitar, señor presidente de los Estados Unidos, no es realmente España, sino un país adormilado, sin sensibilidad, próximo a su desintegración y en pleno coloniaje. Lo que usted vea y le recuerde a la España que pudo conocer o a la que leyó es pura coincidencia y hasta diría que algo milagroso. Prometieron darle a España una vuelta por la izquierda - "¿te damos un paseíto?", "vamos a marearte", "vamos a dar una vuelta", fueron frases litúrgicas en la gran ceremonia roja de 1936 a 1939- y que una vez dado el giro no iba a reconocer a nuestra Patria ni la madre que la parió. Y sin terminar el paso de danza, todo a la gauche mas o menos divina, lo cierto es que han cumplido, e incluso con hartura, porque a España no la conoce ni su madre, ni tampoco sus hijos.


Pero no atribuya, señor presidente, a pura hostilidad y descortesía todo lo que pueda usted ver y oír en torno al mundo oficial que va a sumergirle por casi dos días. No es eso solo, sino que es obediencia a la URSS, evidentemente mucho mas adelantada que USA en todos los terrenos, mas libre y mas próxima a España que los Estados Unidos. Los conquistadores se han vuelto conquistados y en este momento somos los indígenas preferidos del Kemlin. Si tiene usted ocasión, pregúnteselo a Dubinin. Pero ni esta insensata voluntad de obedienciaa un imperialismo todavía mayor al que usted representa, y con peores modos y peor rancho, sería suficiente para hacer saltar en pedazos la cortesía hospitalñaria del español. Usted, señor presidente, ha cometido un grave error unos días antes de emprender su viaje hacia mi Patria, o la que fue mi Patria, y esta enorme equivocación la puso de relieve entre nosotros El País, que es la edición madrileña de la Pravda o Izvestia, que tanto da, supongo. Usted dijo, creo que en Washigton: "Si hablamos del aspecto moral nos sometemos a una prueba con respecto a la guerra civil española. Yo diría que los individuos que fueron allí, en la opinión de la mayoría de los norteamericanos, lucharon por el lado equivocado.". Atreverse a decir que los simpáticos viejecitos de la Brigada Lincoln erraron sus tiros y más a unos días de reponer en la tele "Por quien doblan las campanas", donde Robert Jordan hace de don Quijote de la Sierra junto a su peladita Dulcinéa María, es exponerse, ya lo ve usted, a la silba organizada. Precisamente están al frente de los destinos de España los camaradas herederos de los viejecitos de la Brigada Lincoln, porque aquí no ha sucedido más que una extravagante cosa que nadie entiende en el mundo.. Aquí, sin mas trámites que una defunción natural y unos papeleos de pisaverdes de oficina, se ha entregado una victoria inmaculada a los vencidos por ella, y no a título de reconciliación, como tantas veces se ha dicho incluso desde los antiguos púlpitos, sino de revancha. Si la revancha no es total, se debe exclusivamente al hecho de que los beneficiarios de la situación no acaban de creerse tan portentoso milagro y a veces temen que si se pasan les salga el tiro por la culata. Sin sospechar que ni hay tiros ni hay culatas.


No le rechazan -los que le rechazan- por ser el presidente de los Estados Unidos, sino por decir que sus compatriotas equivocados hace casi cincuenta años se equivocaron entonces y ahora. Y sobre todo ¡eso de utilizar la guerra de España como fiel contraste de una moral política no lo aguantan, porque ahí saben que pese a todo llevan las de perder!. La guerra de España hay que olvidarla o decir que la ganó Negrín, que pega con Dubinin.


Eso es todo.


Vamos, que es como si Ulisse Grant le hubiera dicho a Robert Lee al día siguiente de la guerra de secesión:


- Ahora gobierna tú con las leyes del Sur, que yo me quedo para los defiles...






Espero que te guste. Felicidades camarada.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Ocurrio algun incidente en la visita de Reagan a España?.

Rafael C. Estremera dijo...

Un millón de gracias por el regalo, que aprecio tanto en su valor literario como en la generosa y magnífica intención del camarada que me lo obsequia.

Además, se da la afortunada circunstancia de que este concreto "dietario" no figuraba en mi colección.

Un abrazo.

Legionarius dijo...

Pues las cosas no han cambiado.

Un saludo español...

JULIUS dijo...

A soldado vikingo. Gracias por pasarte por mi blog. Seguro que la siguiente entrada será un recopilatorio de las noticias de "El alcazar" de aquel día. Ya verás.
Efectivamente. Legionarius. Mucho de lo que nos cuenta aquí el MAESTRO Rafael G.S., bien nos parece que hablara del presente. Hay quien dice que si España no se sovietizó, como ocurriera con la II república, es gracias a la caída del muro de Berlín o del telón de acero, provocado por el mismo Reagan.
Y a tí, Rafael, que el desastre que sufrimos no te arrebate nunca tu buen humor y la visión jocosa de esta tragedia.
A los tres
¡Arriba España!

27 puntos dijo...

Me uno a las felicitaciones a Rafael por su Santo y al autor del blog por rescatar esta joya.

Un saludo.-

JULIUS dijo...

27 puntos:
Un gran honor, camarada, de tenerte en mi humilde tabla de radicales libres.